Buscar este blog

viernes, 29 de octubre de 2010

Memorias en estos cortos pero largos 6 meses.

Cada paso anterior deja una huella, que lejos de borrarse se incorpora/
a ese paquete lleno de recuerdos, que cuando menos se imagina/
aflora...

Por que el tiempo/el implacable/el que pasó
solo una huella triste nos dejó...

(Pablo Milanés)

Leí, hace un poco más de seis meses en el perfil de Hugo Daniel en el Facebook. Había él colgado algunas fotos. Eran fotos de los viejos tiempos. También yo, y en coincidencia azarosa, había puesto algunas fotos de esos tiempos. Recibimos muchos comentarios. Hugo siempre respondía. El facebook solía radiografiar de alguna manera el estado de ese caballero.

Hace exactamente 6 meses me dieron la noticia más triste de mi vida. Me destrozó el corazón. Hugo iba para una reunión de trabajo al chaco. En horas de la tarde pude constatar con mis propios ojos que no era una pesadilla, una escena teatral, o una broma de mal gusto. Aunque los periódicos, llamadas, mensajes al internet y al teléfono me daban los pésames, aún necesitaba "ver para creer".

Son 6 meses que han pasado volando y despacio a la vez. Estoy aún digiriendo la noticia, trabajando la memoria, tratando de convencerme de que el mundo sigue siendo un lugar hóspito... mis hijas me han devuelto la sonrisa. Pero, en mi soledad profunda, aún doy vueltas a posibilidades como inventar la máquina del tiempo, volver para atrás, despertar algún día y encontrar a mi hermano sonriendo y queriendo confundirme en un abrazo. Cuando poco a poco voy entendiendo que definitivamente el mundo es real, no el querible, es cuando más tristeza me embarga.

Pero, no me queda otra que llevar adelante el cuerpo, mirar para el frente, dar un paso... y otro... y otro... esta vida que no quiso ser para los sueños compartidos y comunes de unos hermanos bogadenses, debe ser embanderado...

Y el honor en alto. Por haber compartido con él. Por ser una persona de su profunda confianza. Por ser una persona que se mezcló en abrazos, risas, algunos tragos, historias, y hasta hace poco, presentes, con uno de los hombres más alegres que pasó por este mundo. Inteligentes y sencillos a la vez, sin miedo a los desafíos, cuyo paso por este mundo estuvo marcado de esfuerzos y triunfos, hasta el día en que la vida no le pasó una mano.

Seis meses. En cualquier lugar donde estás, querido enanito, sabes que te tengo amor y respeto.

lunes, 18 de octubre de 2010

Reflexiones desde este ingrato mundo

"...dí, que vienes de allá/de un mundo raro..." (José Alfredo Jiménez)

Vine pateando unas latas de cerveza que encontré en el camino de regreso a casa. Mi barrio es así. Ya muy de noche, alcé mi rostro hacia el cielo y he visto unas estrellas. Había más estrellas que un día cualquiera. Y empecé a tararear aquella vieja canción de José Alfredo: "...cuando te hablen de amor/y de ilusiones/y te ofrezcan el sol/y el cielo entero..."

La quietud de la noche, bien que bien, podría convencerme de que este mundo es un mundo habitable, pasible, razonable, querible... amable, como quien dice. Pero, contradictorios pensamientos se pasean como en casa, por esta cabeza. Mi mente inevitablemente atestigua el paso de pensamientos... pasan de uno en uno... de dos en dos...

La semana pasada han convertido en un show de carnaval el epílogo de una tragedia en Chile. Payaso incluido. Unas semanas antes, dieron el Premio Nobel a un pobre perro que alguna vez fue un crítico social, y hoy arremete contra lo popular, rascando la espalda a los poderosos de siempre, y recibiendo elogios de la "prensa internacional"... Al tiempo de que en Ecuador la CNN reduce un golpe de estado a una simple protesta policial. De la misma manera en que unos meses atrás legitimaron en Honduras unas elecciones ilegalmente ilegales, que quebraron el estado de derecho, y ridiculizaron a la OEA, mostrando que es un simple organito financiado por una potencia mundial, que antes que buscar el equilibrio de las naciones americanas, busca mantener el estatus quo, del orden internacional.

Vaya pensamientos. Estaba por llegar a casa.

Hace casi seis meses, el mundo se llevó a una gran persona, trabajadora, luchadora y soñadora, que fue mi hermano (y no digo esto por que es mi hermano), mientras solo cuatro días antes era baleado un senador mafioso, quien "milagrosamente" salió ileso, dando "gracias a Dios" de que le salvara en tal percance.

A la luz de esa noche, buscaba la razón de las cosas, buscaba los por qués, los sentidos de esos pasos nocturnos, el por qué estaba yo... y quién era yo! para cuestionar e intentar armar este rompecabezas. Un rompecabezas que durante siglos se intentó explicar, cambiar, ordenar, sin mucho avance.

Este mundo raro, al cual llegué por misterio, y del cual nos vamos también en el misterio. Una noche me vi llorando 29 años de relación fraterna, por un minuto infeliz.

Al llegar a casa, vidas estaban respirando. Durmiendo. Bellas y tapaditas. Pude sentir el mechón de vida que me empuja aún. Puse mis frustraciones en sus respectivas cajitas. Tapé el pie destapado de mi hija pequeña. Acomodé el peluche de la mayor. Después de unas horas de sueños, empezaría un nuevo día.

No sé qué mundo espera a estas vidas también mías. No sé cuánto más caminaré por estas calles. Definitivamente, esto no es tan sencillo como se pinta. Pero, la vida, a pesar de todo, debe ser vivida. Granitos de arena, para una construcción, quizás marcada por las frustraciones y fracasos, pero, necesaria de estos granitos.

No entiendo este mundo raro. Pero aquí estoy. Aquí estamos.

Me acosté y poco a poco me confundí en los sueños aquellos. Digo que estoy... en este mundo raro. Así es amigo José Alfredo. Así es.

El buen inicio de un proceso: una Escuela de Valores con principios


El valor de la humildad. El valor de la honestidad. El valor de la solidaridad. Hacer cosas en conjunto, solidarizarse, comprometerse. Pareciera que son utopías en una sociedad individualista. La Fundación Hugo Daniel Ramírez Osorio empezó este camino que parece ir a contracorriente.


Casi 30 niños, en un barrio sencillo de Bogado han jugado, pintado, reflexionado, intercambiado ideas. Y con qué ganas! Se escuchó decir "nunca hablamos de estas cosas", o bien, "siempre hablamos de cosas materiales". Lo importante no fue cuánto se tiene, cuánto se quiere, dónde se vive, qué religión se profesa. La Escuela de Valores busca el aprendizaje conjunto y compartido de seres humanos.


Alguna vez, en este mundo, vivió un caballero de alegre figura, que creía que la sonrisa y la alegría eran importantes. Que la humildad era principio elemental para la construcción de una nueva sociedad, que la política se funda en los principios de la honestidad y transparencia, y que con la solidaridad, se pueden tender puntes que ayuden a que esta construcción sea más sencilla y vivible para todos y todas. Hoy estamos siguiendo ese camino.


Una Escuela de Valores ha nacido. Evocando el presente, mirando el futuro, pero desde bien abajo, es posible, por qué no, soñar en una nueva sociedad.