Es más fuerte que la muerte. Tu alegría es más fuerte que tu muerte.
Poco a poco, ganas la batalla contra la peor enemiga de las personas y los pueblos: la amnesia. En sus versiones individual y colectiva.
Así es querido hermano. Todos te recuerdan. Todos se alegran al recordarte. Parece que la muerte queda en segundo plano cuando la gente habla de la energía de tu alegría, cuando se admira de tu inteligencia, cuando empiezan por ahí, como por encargo, a erguirse ante tu humanismo... querido hermano, estás más vivo cada día!
Cuando empiezo a hablar de vos, algunas lágrimas brotan de los ojos aquellos que oyen. Pero, le suceden las sonrisas, la alegría, la honra, el reconocimiento humano, no queda una sola mala cara... contagia "recordar a Huguito". Por que recordarte es simplemente tenerte en el estado de amante de la vida donde vos mismo te definiste.
No podré olvidar las palabras que alentaban vivir a pesar de todo... será difícil... y más difícil aún tener en cuenta lo difícil que es actuar así como actuabas, decir lo que decías, y sentir lo que sentías. Hugo Ramírez Osorio, quedas en la memoria como aquel caballero de alegre figura. El Quijote manso que no fue derrotado, a pesar de la vida, a pesar de la muerte...
Que cosa, hermano... qué orgullo hermano! qué hermano he tenido! qué hermano tengo!
Ahora ..., cuando voy al chaco, me quedaré y compartiré contigo como siempre quizás un tereré... o por qué no, algunas botellas de cerveza... para recordar los viejos tiempos... los tiempos aquellos. Y si estoy un poco nervioso, pues... el viento traerá algunas palabras... "tranquilo enanito!, tranquilo!"